La fascinación que tiene la nieve para los que no estamos acostumbrados a ella...
La miramos, la tocamos, la pisamos, hacemos bolas y guerras de nieve...
La miramos, la tocamos, la pisamos, hacemos bolas y guerras de nieve...
Tomando otra café calentito y mirando por la ventana,
la plaza nevada, las aceras y la carretera casi sin transitar…
Niños, padres, cuadrillas jugando con la nieve.
Y yo, entretenida mirando a una pareja en plena
guerra de bolas de nieve…
¡¡qué mala puntería tienen los dos!!
Dos estampas me han emocionado:
Una, la niña pequeñita, que apenas sabe andar
mirando cómo otros niños juegan con esa
mirando cómo otros niños juegan con esa
cosa blanca, se agacha, la toca, se ríe y vuelve a mirar.
Otra, la del perro joven que no ha visto nunca la nieve, corre, salta, brinca,
se acerca a su dueña y la mira como diciendo: “mira qué bonito, mira”
y vuelve a correr acercándose a los niños observándoles cómo juegan.
¡¡Qué preciosas estampas!!
Y yo aquí con mi café: emocionándome
Agradezco mucho que me hayas visitado y compartido estos instantes de lectura.
Eres muy bienvenidx, hasta pronto.
La frustración no te ayuda a resolver los problemas. El tomar decisiones y ponerlas en marcha, sí.
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