sábado, 18 de febrero de 2023

LOS AGUJEROS DEL ARMARIO

Agujeros de armario

Hoy, era un día normal en la imprenta. Como cada mañana, la máquina de impresión tronaba con el continuo succionar de pliegos de papel y su tinta. La sección de manipulado tenía todas sus máquina a toda marcha. Todo era "para ayer".

En el departamento de Preimpresión estábamos algo flojos de trabajo. La semana pasada todo fue un poco estresante para nosotros hasta el punto de no poder ir a comer a casa y hacer que nuestra oficina se convirtiese en una morada en la que trabajar, comer y descansar. Pero ya habíamos sacado todo adelante y ahora esperábamos la entrada de un par de pedidos que sin duda nos tendrían agobiados otros tantos días.

Imagen de ©stux en Pixabay
Imagen de ©stux en Pixabay

Esta solía ser la oportunidad de hacer limpieza del departamento, ordenar papeles, materiales, muestras, armarios...

A mi me gustaban estos momentos que nos sacaban de la rutina y del agobio de las prisas. Solía aprovechar para abrir el misterioso armario que contenía objetos antiguos de imprenta y libros impresos hace muchos años, cuando todavía era una imprenta de tipos móviles.

Cuando mi compañero se marchó, cogí del cajón la llave que abría el armario. A él no le gustaba curiosear qué había allí, así que siempre que se lo sugería bajaba al taller a tomar un café a la máquina.

Imagen de ©makamuki0 en Pixabay

Con sumo cuidado de no rallar la cerradura, le di las dos vueltas que necesitaba y abrí las puertas de par en par. Esta vez me dirigí al segundo estante y allí había varios cuadernos Rubio. ¿Te acuerdas? Estos eran de los años 60.
Me puse unos guantes de algodón para no estropearlos y los saqué del armario para mirar sus páginas. En uno de ellos encontré varios modelos de tarjetas de visita de aquellos años.

Cuando me cansé de sonreír recordando viejos tiempos, me dispuse a devolver los cuadernos y sus tarjetas a su sitio y al agacharme para meterlo en ese segundo estante pude observar que en el interior de la parte trasera había unos agujeros.


Estos agujeros quedaban tapados por la cantidad de trastos que había allí dentro, pero estaban. Dos agujeros redondos. Vacié el estante y metí el cuerpo dentro del armario. La situación era algo comprometida y agradecí mucho que mi compañero de trabajo no hubiera vuelto de su café.

Agujeros en el armario y acerqué los ojos

A duras penas cogí postura y acerqué los ojos a los agujeros para ver qué se podría ver desde ellos. ¡Se veía el vestuario de las mujeres! Casualmente en aquel momento se estaba cambiando la jefa y de la sorpresa de lo descubierto me di un coscorrón con el estante superior que hizo bastante ruido. Creo que la jefa oyó el estruendo y yo me dispuse a salir rápidamente del armario, guardar todo como estaba antes, cerrar con la llave, devolver la llave al cajón y bajar rápidamente a tomar un café con mi compañero, al cual por supuesto no conté nada de nada. 


¿Quién habría hecho aquellos agujeros y cuando?
El café estaba muy rico 😃

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Este es un reto de escritura propuesto por Paola en su blog. Es un atrevimiento por mi parte, lo se, pero espero que le guste.

Las palabras a utilizar son: rallar, agujeros, rubio, morada y tarjetas.

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Eres muy bienvenidx siempre, te deseo lo mejor.

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Dichos, Sonrisas y tú
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Hasta pronto. ¡Abrazo grande!!

<<La frustración NO te ayuda a resolver los problemas. 
El tomar decisiones y ponerlas en marcha, SI>>

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Imagen destacada de ©OpenClipart-Vectors en Pixabay


24 comentarios:

  1. Hola Amaia, muy bien narrado y con las palabras bien utilizadas. Me he quedado con ganas de más, de saber por ejemplo quién hizo esos agujeros...
    Buen relato. Un abrazo. ☺️

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    1. Ja ja ja. A mí también me han creado curiosidad estos agujeros, tendré que investigar en la empresa a ver... ;-)

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  2. Muy buen relato, Amaia.
    Descartamos al compañero como autor de los agujeros, así que tendrás que continuar el relato para satisfacer nuestra curiosidad, jajaja!
    Besitos.

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    1. Ja ja ja. Tendré que investigar un poco a ver si el compañero mira para descartarlo ;-)

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  3. Que entretenido y que tensión en tan pocas palabras. Muy bueno. Un saludo desde ANTIGÜEDADES DEL MUNDO.

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    1. Me alegra verte por aquí. Muchas gracias por tus palabras. Abrazo grande

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  4. Una jefa que se cambia en el vestuario de las esclavas es una buena jefa.

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    1. Si la empresa es pequeña, la jefa suele hacer de todo, je je je

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  5. Me quedo expectante. El "para qué" parece bastante claro, nos falta el "cuándo" y el "quién"... aunque quizás lo último se pueda suponer 😉

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  6. Es como una parte del misterio que debe abordar, entiendo, el lector. Muy ameno, bien llevado. Seguro que gustó. Me encantó visitarte. Un abrazo.

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  7. Es buenísimo, Amaia. Me has llevado a la infancia con los cuadernos de rubio y a revolver en los armarios viejos. Encontré algunas sorpresas, nunca como la tuya. Yo creo que tu compañero conoce los ojos del armario, por eso se niega a fisgar cuando hay alguien que pueda verlo.
    Un abrazo!

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  8. Tan tentador que resulta curiosear. Te quedo"redondo" amiga. Felicitaciones.

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  9. Qué bueno, Amaia. Muchísimas gracias por participar en el reto, me ha encantado tu relato, ¡qué intriga! Jeje. Un abrazo.

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  10. Un relato de esos que enganchan, todo un reto bien logrado y muy curioso. Un abrazo

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  11. Muy pero muy bueno, gracias Amaia, de esos relatos que te dejan al final con una gran sonrisa, además esa puntada del final la que "el café estaba muy rico", gracias, abrazo

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    1. ¡¡Gracias!! Todo por una Sonrisa y si lo he conseguido... ¡¡Viva!!

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  12. Generas una gran expectativa con tu narración. Te deja con buen sabor de boca y que sigas contándonos más...
    ¡Un abrazo gigante!

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